La historia de Pedro


En homenaje a los que callan.
 
 
     Pedro suspira mientras nota como la transpiración se apropia de su cuerpo. Se mueve inquieto en la silla y chequea la hora continuamente. Mira la hoja con la única frase que ha logrado escribir: “La historia de un tipo resiliente”. Siente otra vez esa sensación de calor y repentina humedad en la cara. Enciende otro cigarrillo para alejar de nuevo las lágrimas que amenazan con desbordarlo.


     ­─Escribiré esta historia hoy cuente lo que me cueste ─se dice en voz baja y frunce el ceño. Ansioso fuma con desespero buscando nuevas ideas para sobreponerse a la situación.

     ­─El protagonista estará recostado en un diván mientras le cuenta a su psicoanalista sobre un recuerdo que lo atormenta, pero de pronto se ve interrumpido por otro recuerdo olvidado de esos años de infancia que vivió, le regresa el miedo, suda, aprieta las manos y la mandíbula para no llorar… ─murmura.

     ─Me prohíbo llorar, no lo volveré a hacer, al menos no por eso que paso hace tantos años­ ─Pedro calla al darse cuenta de que narra esta escena en primera persona. Un par de lágrimas recorren su cara.

     ─Te prohíbo llorar por esto Pedro, ¡Te lo prohíbo! es sólo una maldita novela, ¡Por dios!­ ─dice de forma casi inaudible intentando reprimir el llanto.

     Angustiado se concentra en el sabor amargo que le deja esta historia, se da cuenta de que es conocido. Es un sabor que nunca olvidó. Además viene acompañado con un olor particular a alcohol y transpiración. Se inquieta aún más. A medida que lo piensa también hay sonidos, gruñidos, risas y respiraciones agitadas acompañados de una sensación de opresión, como si algo más grande lo asfixiara y le causara dolor. Ahora las lágrimas corren a raudales por su cara. Comprende que ese alguien tiene un nombre, es un alguien a quien quería y admiraba.

     Pedro cree que la locura se apoderará de él¸ siente que puede morir en ese momento por lo que deja que ese sentimiento lo domine por completo. Percibe que algo se rompe en su interior. Sin embargo, decide seguir adelante y escribir esta historia que es una crónica, una confesión, un aliciente para ese niño que fue.

     Después de tantos años cae en cuenta de que esa historia que lo obsesiona no es imaginada, sino que es un recuerdo de lo vivido en su niñez. Ahora sabe muy bien lo que debe escribir, por lo que toma un lápiz y sobre la misma hoja comienza a narrar la historia del padre que lo ultrajó. 



Fue publicado en la antología "I Certamen Mundial Excelencia Literaria" de M.P. Literary Edition en el año 2015.

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