Porque te amo
La Espina - Tonolec
Graciela estaba de pie en el balcón,
llevaba un vestido negro, simple y corto que decoraba con un capullo de rosa
sobre su pecho. Sentía como su piel se erizaba y temblaba un poco cada vez que miraba aquel objeto medio escondido en el
rincón. Ahora sólo faltaba que llegara Pablo para acabar con su sufrimiento de
una vez por todas.
Un rato después llegó un Pablo desaliñado,
tambaleándose y con fuerte olor a humo y alcohol. Cuando la vio su miraba se
tornó lasciva, apretó los puños y no pudo evitar una sonrisa entrecortada.
─¿Vas al trabajo? ─ironizó mientras
cerraba la puerta de la casa.
─¿Al trabajo? ─preguntó Graciela con
desconcierto.
─Vestida así te paras en una esquina y
trabajas bastante ¿no?...
─Mi amor ¿Por qué me dices eso?, me vestí
así para ti.
─Quita la cara de niña buena que los dos
sabemos que no lo eres mi amor ─mientras lo decía sonría y se acercaba con
pasos rápidos y firmes hacia ella─ ¡Ah! pero si acompañaste el vestido de
callejera con la pintura y el peinado.
Ella se movió hasta la esquina. Agachó la
cabeza. Respiró profundo. Se quedó inmóvil y se preparó para escuchar los
acostumbrados insultos de su esposo.
─¿A dónde vas?, ¿Crees que puedes
esconderte de mí? ─Fue la respuesta ante los repentinos movimientos de la
mujer.
─No amor, perdóname, yo no quise
─¡Cállate zorra! ─bramó mientras se paraba
frente a ella y la acorralaba─ Hablas cuando yo te diga, si no voy a tener que refrescar
los morados que trataste de pintar.
─No amor, te lo ruego, otra vez no.
─Deja
de llorar, sabes cuánto me molesta que llores. Y no creas que porque te cortaste
el pelo te vas a salvar, de hecho te va a salir muy caro.
─Amor, no lo hice
─Te dije que no hables ─la golpeó, la tomó
por el pelo y sonrió con satisfacción mientras la forzaba a levantar la cara para
besarla. Graciela no opuso resistencia y esperó a que la soltara, momento que
aprovechó para agacharse y rozar con una mano el objeto que significaba su escapatoria.
─Que poco eres, me das asco, no vales nada,
nadie te quiere por eso te pego, te lo mereces ─decía erguido y sin respirar─
deberías morirte así me libro de ti y toda tu mierda de llorar y hacer que te
pegue, eres la culpable de todo, es sólo tu culpa de nadie más, por eso te odio
no vales nada, eres menos que basura ─Pablo acentuaba cada insulto con una patada.
Cuando le pareció suficiente se sentó al
lado de esa cosa maltrecha y sollozante a la que quedó reducida su mujer,
respiró hasta recuperar la calma y le espetó: ─Ve a hacer algo de comer que
tengo hambre, y deja de llorar de una maldita vez.
Como de costumbre, Graciela, herida, se
levantó poco a poco, convencida de seguir con su plan. “Es la única forma, es
la única salida” se repetía mentalmente. Con cada repetición su rostro
reflejaba más odio y menos miedo. Ya estando de pie se situó frente a ese monstruo
que una vez amó y agarró fuertemente la maza que tomó del suelo mientras él la
pateaba.
─Te
amo Pablo, y porque te amo es que hago esto ─susurró con gran amargura y dolor esas
primeras palabras que oyó cuando su
esposo comenzó a pegarle hace tanto tiempo. Pablo levantó la cabeza sin
comprender esa frase; vio como ella levantaba un brazo y sintió un fuerte dolor.
Una pesada maza comenzó a golpearlo sin clemencia. No pudo hacer nada para
evitar el ataque que no nunca esperó. Solo gritó y trató de levantarse, pero
Graciela no dejaba de golpear.
─Aquí mando yo zorra. No vales nada. Te
odio. Eres menos que basura. Deberías morirte así me libro de ti. ─cada grito
le hacía doler la garganta a la mujer que estaba totalmente frenética hiriendo
cuanto podía a su ahora víctima. Cuando se quedó sin fuerzas cayó sobre el bulto
ensangrentado que temblaba a sus pies. Lloró hasta sentirse vacía, y haciendo
un último esfuerzo se levantó. Arrancó de su pecho el capullo, que le recordaba
aquel ramo que Pablo le regaló en su primera cita y lo dejó caer sobre ese
cuerpo que enlentecía los espasmos, se dio media vuelta y abandonó aquel lugar
sin mirar atrás.
Fue publicado en la antología "La Venganza" de la Editorial Dunken en el año 2015.
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